Sergio Navarro
Sergio Navarro
- Marbella (Málaga)
- 9 de agosto de 1992
«De repente, el mundo tiene quicio» («Urbanización», Zenda, X-2020)
«La poesía que solo hace sentir es una especie de comercialización» (Diario de Navarra, 13-III-2017)
Biografía
Sergio Navarro Ramírez nació en Marbella (Málaga) el 9 de agosto de 1992, donde residió hasta que se trasladó para estudiar a la Universidad de Navarra. Allí obtuvo un doble grado en Filología Hispánica y Comunicación Audiovisual. Tiene, además, un máster en Literatura Comparada por la Universidad de Cambridge. Actualmente, es profesor en los grados de Literatura y Escritura Creativa y Filología Hispánica en la Universidad de Navarra.
Ha sido fundador, en 2012, y miembro del consejo editorial de la revista Alborada, editada por la Universidad de Navarra, que sigue viva a día de hoy. En 2006 obtuvo el VII Premio de Poesía Diego Jesús Jiménez y en 2007 se le volvió a conceder. En 2009 obtiene el XV Premio Internacional de Poesía Miguel Fernández por Mi mitad humana.
En 2011, con un jurado compuesto por Pedro Guerrero Ruiz, Presidente, elegido entre personalidades relevantes de la Universidad y la cultura murcianas y por los miembros de los departamentos de lengua de los distintos centros de Lorca: Ana Isabel Gómez Sánchez (IES Ibáñez Martín), Marisol Montiel Correas (IES San Juan Bosco), Pascual Pérez Navarro (IES Francisco Ros Giner), María Alcaraz Arcas (IES Sierra de Almenara), Fernando Cuadrado Mulero (IES Pedanías Altas), María del Carmen Ramos García (IES nº 6), María José Peñas Manzanares (Centro de Estudios Ciudad del Sol), Pilar Montero Camarena (IES Ramón Arcas), y David Cotilla Vaca (IES Príncipe de Asturias), obtiene el 2º Premio en el XXXVII Certamen Literario María Agustina con «El corazón de la obsidiana». En 2012 gana con «El poder de llorar», el Premio de Poesía MarbellaCrea.
En 2014 consiguió el Premio Emilio Alfaro Hardisson de Poesía de San Cristóbal de La Laguna con su primer poemario, Telarañas, publicado en 2015 y resulta premiado en el XIV Certamen de Poesía de la Universidad de Navarra, por «Catedral».
Sergio Navarro estuvo becado en la Fundación Antonio Gala en el curso 2016-2017 para la creación de un nuevo poemario: aquí se centra en un proyecto donde tratará lo que «supone un intento de comprender por qué utilizamos las distintas formas líricas en las que nos expresamos, indagando en lo que cada forma aporta a nuestra manera de mirar las experiencias vividas que el poema representa».
Aunque ha trabajado como autor desde distintos géneros, Sergio Navarro se ha reconocido siempre como poeta. En 016 obtuvo el prestigioso Premio Adonáis por La lucha por el vuelo, publicado al año siguiente por Ediciones Rialp. Según el jurado –constituido en esta edición por Carmelo Guillén Acosta, Joaquín Benito de Lucas, Julio Martínez Mesanza, Eloy Sánchez Rosillo, Enrique García-Máiquez y Juana Castro–, la poesía de Sergio Navarro encierra «una contemplativa mirada hacia la naturaleza, sustentada en una fluida musicalidad». El poeta expresó su orgullo por unirse a un elenco de poetas ganadores de este premio entre los que figuran nombres como José Hierro, Félix Grande, José Ángel Valente, Francisco Brines, José Infante y Luis García Montero, entre otros. «En esta ocasión, el escritor malagueño ha articulado un libro unitario, de verbo firme, donde la Naturaleza que cifra las fronteras de su vivir se hace protagonista cómplice y solidaria. El decir de Navarro Rodríguez no está al servicio de un estilo prefigurado, sino que cada poema vertebra su voluntad de residencia en la tierra que lo cobija, lo conquista, lo resucita… y que va calando en su interior con fidelidad: «La lluvia irrumpe, repentinamente,/ para limpiar la tierra y sus criaturas./ Nada debe impedir esta conquista/ del agua sobre el mundo, escapar/ al ansia del diluvio sobre el pueblo./ Que cale hondo en las casas y los árboles,/ el aire y los caminos»» (J. de Arco, Andalucía Información, 27-VI-2017).
Como continúa afirmando Jorge de Arco:
Poesía vitalista, pues, donde la contemplación de lo que acontece sirve al autor como materia temática. Y, cuyo decurso, también remite a la reflexión, al cántico de un tiempo y un espacio que asaltan al sujeto lírico, sometido, al cabo, a una aleatoria existencia, donde no hay certezas, sino azar.
El atlas interior del yo viene signado por el vidrio del presente, el barro de la memoria, los bosques del mañana. Y así, sostenido por los extremos del ulterior universo, va sacudiéndose la corteza de su intimidad: «…Tenue,/ una felicidad me invade: sé/ que en una noche de este mundo una ola/ fue sólo mía./ Y mientras me paseo/ por la arena descalzo, voy dejando/ mis huellas en la tierra recién húmeda,/ a las que doy la forma de mis pasos/ como sólo mi cuerpo puede darla.».
Como una suerte de trashumancia o como un viaje parecido al rito anual de ciertos pájaros, el poeta se afana en nombrar la pureza de cuanto lo rodea, los cromáticos matices que iluminan su peregrinar -inspirados en el contraluz de la noche y del día, del firmamento y del mar…- . Y desde esa concepción abierta, liberadora, su verso se siente a gusto al par de un ritmo sobrio y, en su mayor parte, endecasilábico: «Amanece distinta la mañana/ tras tantos días de horizontes grises,/ recién lavado el cielo, como piel/ tersa del mundo». Huele a limpio el aire/ que entra por la ventana con la libro, en suma, tejido con amor, con talento y sin prisa, anudado a un mensaje sólido y veraz: «En el alma renacen los recuerdos/ de la infancia, traídos por la música:/ habla este villancico del lugar/ de la niñez. Lo recupera, puro,/ con simple arqueología. Lo bendice/ con su expresión alegre y melancólica./ Le devuelve existencia salvadora/ mientras ya insiste, dentro del adulto» (Jorge de Arco, Andalucía Información, 27-VI-2017).
En 2018 obtiene el Premio de Poesía Joven de Radio Nacional de España para menores de 30 años con Una imagen imposible, que edita Pre-textos en 2019. Para él, enfrentarse al momento de la creación «supone un intento de comprender por qué utilizamos las distintas formas líricas en las que nos expresamos, indagando en lo que cada forma aporta a nuestra manera de mirar las experiencias vividas que el poema representa». En Una imagen imposible se subrayó además su «búsqueda de lo trascendental a través de lo cotidiano. En esta obra trata de obsolescencia tecnológica, de las antenas de televisión abandonadas y de sus improbables pensamientos y sentimientos. También de una muy antigua y reiterada costumbre de la especie humana: esperar y recibir señales del cielo». A estos galardones poéticos, y «como reconocimiento a una de las trayectorias jóvenes de mayor nivel de la poesía española actual», en 2019 recibe la Medalla de San Isidoro de Sevilla de la Unión Nacional de Escritores de España.
Poemas suyos aparecen en revistas y blogs de literatura como Anorak Blog, Aullido (2017), Crátera (2017), Asuntos Pendientes (2018), Luz Cultural (2018), El Dique (2019), Zenda (2020)… Su poesía es recogida por el poeta e investigador Rafael Inglada en la bella antología Inter-nautas en la red. Poesía emergente en Málaga I (Málaga, 2018). Asimismo su nombre aparece en la antología realizada por Francisco Ruiz Noguera: Yo y mi sombra, libro abierto. (Antología de jóvenes poetas malagueños) (2020).
Obras
LIBROS y PLAQUETTES[Premio Emilio Alfaro Hardisson de Poesía 2014.]
[Premio Adonáis de Poesía.]
[Premio de Poesía Joven RNE 2018.]
ANTOLOGÍAS
Premios literarios
Otros enlaces de interés
ENTREVISTAS- «La lucha por el vuelo» Sergio Navarro Ramírez. Ver enlace
- Sergio Navarro presenta su obra Premio Adonáis de Poesía en Marbella. 6-junio-2017. Ver enlace
- El marbellí Sergio Navarro, premio de poesía Adonáis. 28-diciembre-2016. Ver enlace