Rafael Herrera Ángel

Rafael Herrera Ángel (Teba, 1988) es titulado en Filología Hispánica (2010) con Máster de Profesorado (2011) y de Gestión del Patrimonio Literario y Lingüístico Español (2016) en la Universidad de Málaga. En 2014 fue profesor de Literatura Española en la universidad estadounidense de Salisbury (Maryland) y desde 2018 es profesor de enseñanza secundaria. En la actualidad, desempeña su labor docente como profesor titular de Lengua castellana y Literatura en el I. E. S. Camilo José Cela de Campillos (Málaga). Es, además, jefe del Departamento de Lengua y Literatura, Latín y Griego y Coordinador de la Biblioteca escolar del centro.

En su haber se encuentran algunos premios literarios que han ido sirviendo de impulso a su acción poética: en 2006 fue el ganador del I Premio de Poesía correspondiente al Concurso de Jóvenes Creativos del Guadalteba; en 2012 alcanzó el Tercer premio en el XIII Certamen de Poesía «José Mª Campos Giles» celebrado en Campillos; y en 2016 el Primer Accésit del II Concurso Literario de Relatos y Poesía «Letras Cascabeleras». Este último galardón procuró la publicación de su primer poemario: Calendario de un extraño (2017). Su último libro es Manuales, teorías y otros problemas (2019). Se encuentra dentro de la selección de jóvenes poetas malagueños antologados en Yo y mi sombra, libro abierto («Monosabio», 2020), donde figuran cinco poemas suyos, dos de ellos inéditos. En 2021 ha sido incluido en la Antología poética de la Serranía de Ronda (2021) con cuatro poemas ya conocidos.

Es colaborador en algunas revistas digitales en las que ha publicado ensayos críticos sobre literatura española pero también obra creativa. En HomoNoSapiens. Leer, pensar, actuar, podemos encontrar un relato corto titulado La Curiana (1/nov/2018); en Gibralfaro.uma.es. Revista de Creación literaria y Humanidades se leen nuevos poemas, como el conjunto «Pincelada bohemia» (nº 105, 2019), así como muestras de su narrativa breve: «De los verdes verdiales» (nº 80, 2013) o «La condena» (nº 94, 2016).

Atesora reflexiones bajo el lema «Literatura para sobrevivir humanamente» y poemas sueltos aún inéditos que asoma en redes (@crononauticas, @rhapoesia), a la vez que prepara su próximo poemario: Remanente del tiempo, la memoria.

La poesía es una recreación del mundo, pues el poeta es capaz de darle un nuevo significado a las palabras. Se trata de una visión primitiva de la poesía, en la que se mantiene la mirada ingenua e inocente, de asombro y maravilla ante el mundo. Todo se pasa por el tamiz poético, con la defensa de que en cada acción del vivir se encierra la palabra poética. El poeta debe decir lo que otros callan o no quieren ver, pero siempre con una mirada llena de humanidad, entre la conciencia y el misterio, entre la palabra y el silencio. Sin partidismo ni ideologías maniqueas, la poesía debe ser una defensa del ser humano en su esencia, de lo humano en la práctica. En todo esto, la memoria juega un papel importante, porque es la que enciende la mecha del recuerdo y hace que se vuelva a revivir lo perdido, lo escondido, lo que pudo ser.