Jorge Villalobos Portalés

Jorge Villalobos Portalés nace en Marbella el 10 de junio de 1995. En 2020 se gradúa en Derecho por la Universidad de Málaga, simultaneando sus estudios con los tres primeros cursos de «Study of English Law», de 2014 a 2016. Tiene el Máster de Asesoría Jurídica de Empresas por la misma universidad (2021) y el Máster de Data Science y Business Analytics de la Universidad de Nebrija-IMF (2021). En la actualidad, cursa el Máster de Abogacía en la Universidad de Málaga y es, desde octubre de 2021, profesor sustituto interino en el Departamento de Derecho Privado Especial de esta Universidad. Su formación académica sigue ampliándose, pues está realizando una tesis sobre inteligencia artificial e Intellectual Property. Asimismo, ha trabajado como gestor cultural. Es orador y forma parte del club de debate Kairós, quedando finalista en varios torneos nacionales y subcampeón en el XI Torneo Nacional TDAM.

Sus inicios literarios se pueden fijar en torno a los 14 años, cuando una importante lesión le aparta de la competición profesional de la natación de élite. Entonces empieza a escribir y se acerca a la literatura, «que fue el pasatiempo más terapéutico que encontré», confiesa en Rebeldía en verso (2016). Años después el propio autor lo recuerda en la antología Cornvcopia. Cuerno de la abundancia: «empecé a dedicarme a la poesía desde el 2009, a la vez que ejercitaba mi devoción por estudiar de todo, ambas de manera obsesiva hasta hace no muy poco» (2021, p. 40). Por conversaciones mantenidas con el poeta, sabemos que ese mismo año recopila sus primerísimos poemas en una plaquette –casi imposible de localizar hoy–, que titula Poesía traslúcida. Al año siguiente, queda finalista del XIV Certamen de Poesía para Escolares «Generación del 27» con un poema titulado «El despertar de la pluma». Los inicios literarios de Jorge Villalobos, como el de tantos otros jóvenes escritores, se relacionan estrechamente con los premios literarios. 2013 será un año decisivo en su carrera poética: además de ser finalista en los VII Premios Nacionales de Poesía y Relato Corto para Jóvenes Escritores y segundo premio en el concurso «Las Contras de la Térmica: la Madrastra», gana el II PremioCero de Poesía Joven de «Los Lunes de El Pimpi» con su poema «Ergo Deus me impune lacessit». Este galardón conlleva la publicación en 2014 de su primer libro de poesía: Mi voz, que te reclama, con un prólogo del poeta José Infante. El jurado –compuesto por Juvenal Soto, Esther Morillas, Francisco Ruiz Noguera, José Infante y Elena Cobos– resalta entonces la «valentía expresiva y el carácter de riesgo» del poema ganador, cuya obra aúna lo clásico y lo abstracto. Ese mismo año consigue el segundo premio del Certamen Literario «Profesor Isidoro Sánchez» y publica en Pliegos de Poesía de la Fundación García Agüera –colección en homenaje y recuerdo de Rafael Pérez Estrada– un poema inédito de su serie Los inmortales: «Ya os entiendo…».

En 2015 gana el Premio de Poesía Universidad de Málaga con el poema «Elegía a mi madre» y resulta finalista con mención de honor en el XVI Premio Internacional de Poesía Joven Emilio Prados con su libro inédito Donde nace el invierno (antes titulado Los inmortales), tal y como afirma Campos Suárez en Una nueva melancolía (2015 , p. 133). Este libro iba a ser publicado en 2017 en la colección «Puerta del Mar» de la Diputación de Málaga –así se indica en Álora, la bien cercada y en Cosmoperiódico–, pero diversos motivos frustran su edición. En 2016 resulta finalista nuevamente de este mismo Premio en su XVII edición y del I Premio Internacional Francisco Aldana con su libro inédito La ceniza de tu nombre. Lo presenta también al Premio Valparaíso y obtiene el segundo galardón, así como su publicación en la editorial granadina. Este poemario logra el Opera Prima del Premio Andalucía de la Crítica en 2018, convirtiéndose Jorge Villalobos en el galardonado más joven de su historia. El jurado se lo concede por unanimidad, por el excelente dominio de la forma «al desarrollar una poesía de corte elegíaco muy personal, capaz de emocionar sin caer en los tópicos tan frecuentes en estos tiempos para otros autores de su generación».

Con tan solo 22 años, consigue en 2018 el XXXIII Premio de Poesía Hiperión por su libro El desgarro. El jurado apreció en esta obra «su capacidad para transmitir empatía y solidaridad con las víctimas del sufrimiento, así como su apuesta por una concepción formal en que la prosa poética transmite con eficacia el dramatismo del contenido». Este libro intimista entronca una vez más con el tema que vertebra toda su poesía: el dolor y en él se aprecia una importante veta autobiográfica. En su confesión íntima aparecida en la antología Cornvcopia. Cuerno de la abundancia, admite el poeta que sus libros La ceniza de tu nombre y El desgarro son su mejor biografía:

mis libros La ceniza de tu nombre (Ediciones Valparaíso, 2017) y, sobre todo, El desgarro (Ediciones Hiperión, 2018) son mi mejor biografía o, en un sentido cernudiano, una «autobiografía espiritual», como definió Octavio Paz. Si alguien quiere conocer mi autobiografía, le recomiendo, al menos, el último libro, El desgarro, aunque los dos complementan con bastante solvencia la información (2021, p. 39).

En 2020 ven la luz dos nuevos libros: No es nada personal y Para morir los dos basta con que uno muera. El primero se imprime en la antigua Imprenta Sur de Málaga, donde se editaron a los poetas del 27.

Además de la producción poética mencionada, Jorge Villalobos tiene dos libros inéditos: El futuro que te prometieron y Como un día cualquiera:

El futuro que te prometieron es un libro inédito posterior a El desgarro y anterior a No es nada personal. Está inédito aún. Como un día cualquiera ha evolucionado hacia un libro terminado también pero sin publicar que se llama Nada desaparece para siempre, es el que culmina la trilogía La ceniza de tu nombre-El desgarro-Nada desaparece para siempre. La otra trilogía empieza con El futuro que te prometieron, continúa con Para morir los dos basta con que uno muera y el tercero aún no está escrito; a modo de coda a esta trilogía está No es nada personal, que la considero ese espacio intermedio entre las dos estéticas anteriores mencionadas. (Entrevista personal, 26-I-2021)

El nombre de Jorge Villalobos aparece en numerosas antologías poéticas. La primera que lo recoge es Una nueva melancolía. 16 poetas malagueños (2015), con una selección a cargo de Álvaro Campos Suárez. Al año siguiente colabora en Irreconciliables 2016, publicada tras el festival poético de ese año. Y en 2017, al ganar la V edición de los Premios UCOPoética, sus versos aparecen en La grieta, junto a los de los finalistas del evento: Alba Moon, Mayte Martín, Juan Domingo Aguilar y Óscar C. Cano. En 2018, dos antologías locales lo incluyen entre sus nombres: el primer volumen de Inter-nautas en la red, seleccionada por el también poeta Rafael Inglada, y Málaga, la poesía más joven, a cargo de la Jesús Baena. En este mismo año, Jorge Villalobos combina su labor de poeta con la de editor, al reunir, junto a Juan Domingo Aguilar Arcalá, a veinticinco jóvenes poetas andaluces en Algo se ha movido. En 2019 su nombre aparece en la antología poética de ámbito nacional: Piel fina. Poesía joven española, donde sus editores recopilan a treinta y cinco poetas nacidos a partir de 1990, ofreciendo, a juicio de Remedios Sánchez, «un recorrido por la poliédrica realidad que define a la segunda promoción poética de la Generación 2010». A juicio de la investigadora, la inclusión de Villalobos Portalés queda justificada por «la solvencia de sus versos en los tres últimos años». («La piel fina de la poesía joven», BECA. Biblioteca de Escritores Andaluces). En 2020 forma parte de Yo y mi sombra, libro abierto. (Antología de jóvenes poetas malagueños), coordinada por el catedrático F. Ruiz Noguera, y al año siguiente de Cornvcopia. [Antología poética]. Cuerno de la abundancia. Flores de hoy, a cargo de Jesús Baena Criado, Pedro J. Plaza González y Beatriz Domingues López.

Sus poemas pueden leerse en numerosas revistas literarias y culturales, en su mayoría digitales, como: Álora, la Bien Cercada (2016) –concretamente, en el número homenaje a Blas de Otero, por el centenario de su nacimiento–; Siroco. Encuentro y Amistad (2016), Aquarellen (mayo 2018), Oculta Lit (2018), Estación Poesía (2018), Zenda. Autores, Libros y Compañía (2020), Vallejo & Cº (2020), Quimera (mayo 2020), Altazor (2020), Zéjel, Acrox, Obituario, Reverso, Maremágnum, Anáfora, MacGuffin, Pez Magazine –donde participa activamente realizando entrevistas de la vida cultural malagueña–… Según la nota biográfica de la revista de literatura Altazor, sus poemas han sido traducidos al inglés, portugués, italiano y árabe. Asimismo es columnista en la revista mejicana Teresa Magazine y de la portuguesa Olhao Poesía à Sul. Y también debe citarse su labor como prologuista de libros de poemas, como los de Ignacio Pérez Cerón: Restos de sal (2019), de Cristina A. González Bautista: Mi hogar es una caja de mudanzas (2020) o de Rosa Romojaro: Puntos de fuga (Cuaderno de Alemania).

Enumerar la participación de Jorge Villalobos en eventos culturales es tarea ardua. No obstante, me gustaría destacar solo los más importantes, que muestran la activa vida cultural de su ciudad. En 2014 participa, como poeta invitado, en dos ciclos organizados por Antonio Gómez Yebra: «Hablar curso rimado» y «Versos en Unicaja» –en homenaje a Rafael Alberti y Francisco Villaespesa respectivamente–. El 29 de septiembre de ese mismo año forma parte del acto «12 del 14», donde su organizador: José Infante, presenta en sociedad una nueva generación de poetas malagueños, que leen sus poemas en el Palomar de Picasso, en El Pimpi. En julio de 2016 participa en el ciclo «Insultantemente Jóvenes», donde su directora –Kris León– quería dar voz a treinta y cinco músicos y poetas de entre 20 y 30 años. Desde octubre de ese mismo año, codirige Micro Abierto de Poesía y Música «La Polivalente». En 2017 participa, junto a Kris León y Adriana Schlittler, en la tercera edición del ciclo «A-RIMA-2», coordinado por Álvaro Campos Suárez, cuyo formato se inspira en las entrevistas televisivas, donde los autores, antes de recitar sus poesías, participan en un pequeño diálogo con el que buscan el acercamiento con el público. Al año siguiente, en 2018, interviene leyendo sus poemas en el espacio Cornvcopia, en el ciclo «Damas de Noche. Aromas de Música y Poesía en la calle»; participa, junto al violinista Qike Navarro, en el ciclo «El violinista y los poetas en el tejado», en el festival Cosmopoética 2018 y en el IV Encontro Internacional de Poesía à Sul de Olhao (Portugal). En 2019 lee sus versos, junto al poeta Antonio Jiménez Millán, en el ciclo «Poesía es Vino» y participa en «Palabras del Mar», dentro del III Festival de Poesía MarPoética en Marbella. Asimismo, interviene en el XV Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (Fàcyl). En 2020, marcado por la pandemia, participa en el II Festival de Poesía Joven de Alcalá de Henares. En julio de 2021 vuelve a intervenir en las actividades del IV Festival de Poesía de Marbella MarPoética, concretamente en el ciclo «El cuarto de jugar y gritar», junto a María Eloy-García y Elizabeth Duval.

La trayectoria firme y constante de Jorge Villalobos en la poesía del nuevo milenio le ha llevado a aparecer en diferentes estudios sobre el género, destacando el número monográfico que la revista EntreRíos dedica en 2015 a la poesía más joven y que publica Valparaíso Ediciones o la monografía Así que pasen 30 años…, una visión interna de la poesía española contemporánea desde 1950 a 2017. Me gustaría recordar aquí la entrevista que Guillermo Carnero hizo a Pablo García Baena: preguntado el poeta cordobés sobre la nueva generación de poesía joven española, tuvo un fugaz recuerdo para el joven malagueño: «Conozco poco de esta última generación, apenas si unos nombres meritorios en Málaga, como pueden ser Villalobos o Cristian Alcaraz y algún otro en Córdoba» (Campo de Agramante, nº 27, invierno-primavera 2018).

Escribo una Poética del dolor, la cual concibe desde un dolor íntimo, familiar, hasta un dolor social, civil, una poética generacional que evoluciona a otras como una Poética del Fracaso o, en especial, un Intimismo ecológico. El dolor como instrumento vehicular del poema desde el desequilibrio o dolor que produce la conciencia ion de una realidad objetiva frente a nuestra realidad subjetiva, ya sea esta primera realidad personal, familiar, generacional, social o «científica» frente a una realidad emocional, subjetiva, que concebimos y la cual al chocar contra esa realidad material, objetiva, aparece ese dolor o desequilibrio como concienciación del poeta y del poema.