Jesús Nieto Jurado

El escritor Jesús Nieto Jurado nace el 12 de marzo de 1985 en Málaga, ciudad donde realiza sus estudios universitarios, obteniendo la licenciatura de Periodismo por la Universidad de Málaga en 2007 y el Diploma de Estudios Avanzados (DEA), en esa misma especialidad, en 2009. Pero sus inclinaciones hacia el ejercicio de esa profesión se manifiestan desde mucho antes de la obtención del título, pues a los trece años lo encontramos introducido ya en el mundo de la radio, interviniendo «en las emisoras locales, donde combina la agilidad periodística con una propensión hacia el humorismo radiofónico» (Escritores complutenses 2.0.). Estos primeros ejercicios se completan con la escritura de las que serán sus primeras columnas periodísticas a los diecinueve años, antes de saltar, en 2006, a las del diario La Opinión de Málaga y curtirse como columnista político en El Plural, donde ejerce funciones de redactor de fin de semana entre 2007 y 2008 con su columna «Vertebrando España». Desde entonces ha trabajado como columnista en múltiples publicaciones periódicas impresas y digitales: ha sido articulista y columnista de las ediciones madrileña y nacional de El Mundo y, del mismo modo ha colaborado, en las páginas de ABC, Diario Sur, Zenda, El Español, The Objective y El Norte de Castilla. Predomina, en esta faceta, el periodismo de opinión, coherentemente con manifestaciones personalmente vertidas por el autor:

Tendría que haber más opinión. O los medios opinan y crean opinión pública, porque son los altavoces que tienen que crear criterio, o estamos perdidos. Si la opinión la crean outsiders, gente sin talento, gente sin profesionalidad, y la opinión pública se gestiona a través de las redes sociales, mal vamos. Por eso, por muy malo que sea un periódico, siempre tiene un criterio, y ese criterio es el que tiene que dar y generar el debate público. Siempre, siempre. Cuanto más opinativo sea un periódico, mejor. ¡Si la información ya la sabemos! (Jesús Fernández Úbeda, «Jesús Nieto Jurado: “La decadencia es ser hombre y ser romántico”», Libertad Digital, 20-XII-2019)

Otra dirección sumamente presente en la escritura periodística de Nieto Jurado es la crítica literaria, que tiene amplia presencia en sus colaboraciones en El Cultural, donde periódicamente mantiene su sección «#FueradeHorma», que la propia publicación presenta como un espacio para dar entrada a «vidas singulares, existencias que se salen de lo que el común de los lectores piensa de un escritor», señalando que el autor se mueve en ella  «en la periferia sombría de la literatura para extraer las luces que se quedan fuera del foco del lector» (https://elcultural.com/escritores-fuera-de-horma).

No menos importante en la actividad periodística de Nieto Jurado es su dedicación a la radio. El propio autor ha manifestado su preferencia por este medio de comunicación: «A mí, en realidad, me gustan la radio y el cine. La escritura es una forma de liberación, pero es una tortura» (Jesús Fernández Úbeda, «Jesús Nieto Jurado: “La decadencia es ser hombre y ser romántico”», Libertad Digital, 20-XII-2019). En este ámbito de desarrollo de la profesión del autor cabe destacar sus intervenciones en la Cadena SER como columnista, con espacio semanal propio –en los programas «La Ventana» y «Hablar por hablar»– y, en Canal Sur Radio, como contertulio en el espacio de emisión autonómica «La calle de enmedio».

El conjunto de esta amplia y fecunda labor periodística ha proporcionado a este autor señalados galardones. Así, su artículo «Perdonen la tristeza», publicado en Diario Sur el 7 de enero de 2013, resulta distinguido con el Premio «Jerez Perchet» de Periodismo convocado ese mismo año por la unión del Ateneo y la Universidad de Málaga. En el mencionado artículo, Nieto Jurado llevaba a cabo una reflexión sobre la fugacidad y las casualidades perversas de la vida, tema que le sugería el desgraciado episodio del atropello sufrido por un niño en la Cabalgata de Málaga de ese año; el autor presentaba su artículo como una forma de «homenaje en caliente a esa familia, que desgraciadamente, ha vuelto a ser tocada por la tragedia» (Diario Sur, 25-V-2013). Varios años después el autor logra otros dos premios en reconocimiento a su labor periodística: en 2017 obtiene una Mención Especial en el Premio Internacional de Periodismo «Manuel Alcántara»; y en 2019 su artículo «Manolo, en imágenes» lo conduce a la posición de Finalista en el Premio Unicaja de Periodismo.

También la esfera literaria ha sido una importante diana de la escritura de Jesús Nieto Jurado, con libros como Contra los tontos por ciento, ensayo publicado en 2005 con prólogo de Teodoro León Gross; y El año de la Rubia, novela que ve la luz en 2010 dentro de la Colección Monosabio del Ayuntamiento de Málaga, y que ha sido considerada su «obra más ambiciosa y fundamental», donde se cuentan «las obsesiones del escritor» en las que «el desamor y la vida trágica del bohemio suponen las dos columnas narrativas desde donde despliega su escritura, no muy respetuosa con las distinciones tradicionalmente aceptadas entre los géneros» (Escritores Complutenses 2.0.).

En los años anteriores a la publicación de su novela, hasta 2010, el interés narrativo del autor se manifiesta en la forma de sucesivos relatos breves que son presentados a otros tantos concursos en los que obtienen reconocimiento en forma de premios. Así, en 2006 acude al III Certamen de Literatura Joven de la Diputación Provincial de Málaga con la narración titulada «Estos tristes pájaros», centrada en el conflicto palestino-israelí, así como en el enfoque que esta trágica historia recibe por parte de los medios de comunicación. El relato premiado lo editará la Diputación de Málaga dentro de una antología cuya composición correrá a cargo del Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (CEDMA). Más adelante, en 2009 –con su relato «El obelisco y las regiones oscuras»– consigue quedar como finalista en el I Certamen de Relatos Fantásticos FANCINE-UMA, organizado por la Universidad de Málaga, que lo incluirá en la antología resultante. Ese mismo año, finalmente, su relato «Muerte entre langostinos» es seleccionado –junto a otros textos narrativos de autores como Cristina Consuegra, Álvaro García o Salvador Rivas–, para formar parte de la antología Mala Málaga (2009), que reproduce «con ironía y sentido del humor catorce visiones sobre esa otra Málaga, la mala, la que no sale en las postales ni en los folletos turísticos» (La Opinión de Málaga, 8-V-2009).

En la escritura de Nieto Jurado es especialmente reseñable la admiración, siempre confesada y sin límites, por la figura de Francisco Umbral. Sobre él y a instancias de «la escritora Fanny Rubio y el poeta Álvaro García» –según ha testimoniado el autor por ejemplo en Escritores Complutenses 2.0.–, escribe «un ambicioso ensayo académico y literario sobre el Madrid del escritor Francisco Umbral», que tendrá por título«Umbral, historia y feminidad: los cambios en la España de los últimos 25 años a través de la interlocución umbraliana con la mujer». La factura académica de este ensayo justificará su publicación en el ámbito universitario dentro del libro de B. Buron, Mujeres de Umbral: Travaux de Recherches du laboratoire Arc Atlantique (Universidad de Pau, 2010). Pero esta simpatía por Umbral –simultaneizada con la admiración también confesa por otros autores a los que gusta mencionar como afines, tales como Juan Marsé, Juan Manuel de Prada, Gil de Biedma o Leopoldo María Panero, entre otros– no solo conduce al autor al territorio firme y asentado del academicismo universitario, sino que le da alas también para sumergirse en los dominios de la bohemia, donde se esfuerza en encontrar «su particular visión del texto escrito, basada en un profundo lirismo que se ubica con frecuencia obsesiva en la «estética del fracaso» y la sempiterna voz poética del «yo»» (Escritores Complutenses 2.0.).

Esta es la atmósfera que podría decirse que prima en su último libro publicado, El Altillo. Memorias políticas, poéticas y polémicas: 2012-2019 (Chiado Books, 2019), «un dietario a la manera de los de Francisco Umbral, Josep Plá o Sabino Méndez en el que disecciona y exhibe –y fantasea– vivencias, recuerdos, sueños, heridas, auges, caídas y acontecimientos que marcaron su actualidad» (Jesús Fernández Úbeda, «Jesús Nieto Jurado: “La decadencia es ser hombre y ser romántico”», Libertad Digital, 20-XII-2019). Prologada por su gran amigo Raúl del Pozo, se trata de una obra que une las vivencias autobiográficas –aquel tiempo rememorado en que no tenía dinero sino para pagarse una escueta buhardilla donde vivir en Madrid– con «una relectura de años fundamentales en Madrid y en España» (Zenda, 14-XI-2019). La obra recoge 117 artículos publicados entre el 22 de octubre de 2012 y el 14 de julio de 2019, aunque la mayor parte se concentran en 2013 y 2016.

Muchas otras son las acciones que cabría añadir para dar una idea completa del conjunto de iniciativas a las que ha llevado la vocación literaria y periodística de este inquieto escritor al que Raúl del Pozo –en su «Prólogo» a El altillo–, ha llamado con apelativos tales como «pequeño ruiseñor de los periódicos» o  «último columnista maldito»: desde la fundación de una editorial (Planeta Rojo Ediciones) a la puesta en marcha –en compañía de Cristóbal Villalobos e Ibán Munárriz–  de la «primera red social cultural en español» (CiviNova); pasando por actividades universitarias (conferencias, organización de congresos, labores de tutor de Crítica Literaria en el Máster universitario El Cultural-Universidad de Alcalá); acercamientos académicos a la definición de los géneros y figuras del periodismo –con su ensayo titulado «Cuestiones esenciales en el columnismo de Alcántara, y su expresión por medio del estilo apotegmático», incluido en el libro colectivo El artículo literario: Manuel Alcántara (Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga, 2008)–; hasta labores de asesoría en varias fundaciones de periodistas, como la Francisco Umbral y la Manuel Alcántara. Todo ello –unido a otro tipo de dimensiones personales, como la de oficiar como «actor ocasional o humorista en salas de variedades de Madrid y la Costa del Sol», o identificarse como miembro de la «generación lírica del botellón» (Escritores Complutenses 2.0.), etc.– completa la visión de este escritor ávido de pisar las calles y, muy especialmente, si son las de Madrid.